¿Qué soy?
Nada más que un amasijo de posibilidades echadas a perder.
Un carro de heno incendiado que corre cuesta abajo,
sin esperanzas ni posibilidad de detenerse
(esa posibilidad está, efectivamente, echada a perder).
El humo que no deja rastro alguno
ni tiene continuidad,
¿qué antecede a la nada?
¿qué viene después del todo?
El alcohólico que bebe toda la cerveza
resignado a perder por completo la compostura.
La lombriz terca
que quiere horadar el aire.
A veces el loco que le grita al mar,
que pelea contra el viento
y que intenta abrazar el cielo.
El niño que antes de dormir
susurra en la oscuridad:
“si busco lo suficiente,
un dÃa encontraré la noche
escondida
en el bolsillo de mi pantalón”.
El bambú que se dobla.
El hombrecito que viaja todas las noches
en un penumbroso autobús
y que mira por la ventanilla
a la noche dormida
a la noche de colores rojos y azules
mientras desmantela utopÃas.
El inocente que cree
que con vivir es suficiente.