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19:55




–Piensa qué quieres ser –dijo con preocupación–, tienes que ser algo en la vida.


–Soy Gerardo.

–Algo de verdad, algo que te ocupe –agregó.

–Soy Gerardo, el hombre que cuida cactus.

Movió la cabeza despacio y suspiró.

–Eso no basta –dijo con la mirada puesta en el suelo.

Se levantó. Abrió la ventana y miró melancólicamente hacia la calle.

Los haces solares se incendiaban en el cristal transparente.

–Soy Gerardo, el hombre que cuida cactus y que a veces camina cerca del río –susurré.

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