Movimiento
16:14
Hay una diferencia sustancial entre describir llanamente una acción, a plasmarla de tal forma que cada vez que se lea se siga llevando a cabo. Que las letras no sean un monumento pétreo de la acción, sino la caja musical que vibra cada vez que se abre. Pienso en unas líneas de José Luis González que aparecen como epígrafe en una ‘novela’ (Caracol Beach, de Eliseo Alberto):
Un instante después la piedra, arrancando hojas del framboyán en su trayecto, pasa zumbando por el lugar preciso en que había estado posada la avecilla.
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