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La memoria necesita ser reprendida
porque los ojos no se subliman, se derriten en interminables lagos
mares que están tan cerca y no calientan
el aire, la arena, el sol,
el mar es otro planeta asequible
y yo un astronauta sin casco ni nave
que vaga, sin cordón, que vaga
El sentido nunca estuvo aquí
su ausencia no es hueco débil ni sombra pasada
¿Cómo entonces, querer que una mirada
o las caricias mentirosas, las sonrisas que explotan en un día
soleado,
el sonido musical de un orgasmo, todo aquello vivo,
tenga siquiera la mitad de sentido que un congruente
espacio vectorial?
Nada hay en este mundo que sea algo
Nada nunca será nada, olvidó decir
y llorar
y morir
e morrer
Rómpete y entonces habla conmigo
rómpome para hablar contigo
contigo soy yo también y conmigo eres tú
Olvidaré los tiempo futuros
y hablé mañana en pasado concreto
pasado único
pasado todo
Olvidé en unos días, pronto
los pasados y sólo hablo en esto que no se toca
que no se ve
que no se siente
que no se sé
Invento en estos días un nuevo tiempo
el tiempo que es todos los números
contiene todas las personas
todos las memorias
el tiempo integral:
Yo soré y yo fuiba entonces yo fuiré.
Para vivir en este mundo las palabras ya no son suficientes,
para esta loca tomada de pelo, las imágenes resultan tristes
acercamientos
ni colores, ni alfabetos cálidos han sido inventados aún
que resistan al encanto de la vida
y mueran
y sientan
y se vuelvan carne que pasea sobre el pasto en un medio día soleado
y al atardecer sea un compendio de gusanos
de los que ninguna mariposa emergerá:
las orugas no se disfrazan de larvas
y los ojos no se subliman
Fuiremos todos los hombres juntos
en algún día que las sonrisas sustituyan al sol
solitarias, amalgamadas, como cada uno de sus dueños
imágenes traslapadas de alucinaciones durante los bosques
que queman, sí, que hablan, sí, que mienten tan-bien
y los sonidos no son delatores
policías oculares que engañan aún más
y las memorias son frazadas que cubren cuerpos calientes de mineros
que emergen de las heridas provocadas a los hechos
El mar es eso, un ojo eterno que llora
y frente a él sentimos tanta alegría, tan pequeños los disturbios
del hombre
tan insuficientes los tiempos del hombre
tan lejos los gritos del hambre
la mente miente la mano monda
mientras todo quedo está
Escucha los ruidos que rompes
átalos todos a tu condena
porque nunca descansarás esas muertes
pequeñas
puras
prístinas
Eoé ayer canturreé
Aiá mis culpas te lavaré
¡el tiempo, la luz!
Siempre son ellos los que estuvierán aquí
y los ojos no se subliman
El mar tiene nombre y yo lo conocierié
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