Primero fue la pradera

15:37



Al principio sólo fue un gran llano dilatado que en verano se cubría con espigas de color rojo. El sol incendiaba aquellas volátiles y satinadas plantas. Un tímido riachuelo atravesaba furtivamente la llanura.

Nadie sabe en qué momento llegó el primer hombre al lugar. La imaginación me obliga a pensarlo alto, de rasgos severos y piel curtida por los soles de la vida nómada. Cabello negro y lacio que reflejaba los últimos destellos de un atardecer primitivo. Quizá una pluma como tocado, o aretes elaborados con finos canutillos de juncos pintados de rojo, amarillo y negro.
–Aquí –debió susurrar, en solitaria complicidad con el viento.
Y ahí fue. En el centro de la llanura infinita dejó que la sombra de sus pasos se estableciera.

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